
noticias muy esperadas
¡Finalmente puedo traerles la gran noticia! En los últimos resúmenes mensuales les decía que hay un tema que nos ha rondado mucho por la cabeza. Puedo gritarlo desde los tejados ahora: ¡Tenemos un nuevo hogar!
Como decía, fueron muy intensos durante meses. La oportunidad llegó cuando menos lo esperábamos. no estaba en nuestros planes sigue en movimiento a pesar de que era una ilusión que teníamos desde hace mucho tiempo. Pero luego vino. Lo vimos y lo sabíamos. este seria nuestro nuevo hogar. Nos imaginábamos ver crecer a nuestros hijos allí, nos emocionábamos, nos emocionábamos pensando en ello.
Pero no todo es tan simple. Han pasado meses desde que lo vimos y decidimos que ya lo habíamos encontrado y no queríamos buscar otras opciones. Meses de papeleo, burocracia, problemas, indecisión y mil y un contratiempos Más. Varias veces durante el proceso pensamos que no sería posible, vimos desaparecer el sueño. ¡Incluso si la ley hipotecaria ha cambiado durante este tiempo!
Hubo días en que nos preguntamos que mas puede pasar Nunca te preguntes, porque eso sí, cuando parece que no puede pasar nada más, ocurre otro percance. Han sido unos meses ajetreados en ese sentido. Días de frustración, desesperanza, resignación. Pero al final todo resultó para mejor. Hoy desde hace una semana somos dueños de lo que queremos que sea la casa de nuestras vidas. ¡Seguimos en una nube!
un nuevo hogar
Como ya os he dicho, no es la primera vez que nos mudamos. En nuestra antigua ciudad, la cuna de Gordito, teníamos nuestra casa. Un apartamento que compramos antes de nuestra boda que prácticamente creamos desde cero. ¡Dormimos en un colchón en el suelo durante semanas con una caja de cartón como único mueble en nuestra sala de estar!
Pero poco a poco nos fuimos construir juntos. Me gusta recordar esos días! Esta pareja emocionada todavía no tenía idea de lo que traería el futuro y lo felices que serían en este lugar.
Tantos Recuerdos, tantos buenos momentos. También hubo muchos villanos, aunque siempre juntos. Fue allí donde recibimos la noticia del embarazo de Gordito, y fue allí donde sentí los primeros dolores de parto que anunciaban su llegada. Todas sus primeras veces fueron entre estas paredes. También fue en este lugar donde supimos que Trasto vendría a unirse a la familia. Allí también sentí sus primeros pasitos. Pero Trasto ya no nació en este pueblo ni en esta casa.
se acaban de conocer dos años desde que nos mudamos a nuestra ciudad actual. Decidimos cambiar nuestras vidas y comenzar de nuevo en otro lugar, más cerca de la familia. Y no podemos quejarnos. Chubby es feliz aquí y nosotros estamos felices por eso. Fue aquí, después de todo, donde nació Trasto.
Y aquí es donde queremos estar. Y ahora Encontramos un lugar para los cuatro. Un nuevo hogar que en esta ocasión acogerá a toda nuestra familia. ¡No podríamos estar más emocionados!
Y ahora… ¡la movida!
Sí, porque no todo es tan bonito ni tan perfecto. Qué Ahora es el momento de moverse! ¿Y qué tiene de emocionante o divertido mudarse? Te diré, tengo unos cuantos a mis espaldas: nada. Nada, absolutamente nada. Empaquetar todo, transportarlo de un lugar a otro, ordenar, buscar, organizar, reorganizar… Me da pereza escribirlo.
Aunque esta vez no nos mudamos a otra ciudad o provincia como hace dos años, lo que facilita mucho las cosas. Pero aún así, y aunque aprendimos a ser más minimalistas con la anterior mudanza, ahora somos uno más de la familia. Y no cualquiera, es un trajín que lo complica todo. Caja que encuentra, caja que vacía para entrar. ¡Mudarse con un niño de 19 meses complica las cosas!
Pero soy consciente de lo que sucederá al final y, antes de que nos demos cuenta, todo estará encaminado. No puedo esperar para instalarme allí.
Por eso, como habréis notado si me seguís en mis redes sociales, he estado un poco más ausente las últimas semanas. ¡No me da vida para más! Espero que todo vuelva a funcionar pronto. ¡Espérame!
Un nuevo comienzo
Va a ser un verano algo inusual. Hemos ocupado nuestro tiempo y nuestra mente con este asunto. Pero al final todo va bien, aunque todavía queda mucho por hacer.
no veo el momento hacer de la casa ahora vacía nuestro hogar, donde crecerán nuestros hijos. Quiero verla llenarse de sus risas, sus locuras y sus travesuras. Crear nuevos recuerdos juntos. Porque si bien la ubicación no importa, creo que podemos estar muy bien allí mientras estemos juntos. Estamos deseando que llegue.
Mientras Sigue entre cajas, desorden y descontrol. ¿Sobreviviremos a otro movimiento? Te lo cuento aquí.
Si tienes algún consejo o truco para mantener tu cordura en movimiento, ¡soy todo oídos!